Eje o área de promoción
Turismo
Escrito por:

Comunicaciones ProColombia

Comparta o síganos en:
FacebookTwitterInstragramYoutubeTick TockLink

Hotel en Palomino recibe reconocimiento internacional por su compromiso con la conservación

Vista aérea de One Santuario rodeado de selva densa.

En La Guajira, un hotel apuesta por el medio ambiente, inspira a los viajeros con experiencias conscientes y demuestra que el turismo es una herramienta real para proteger el territorio.

Ubicado en las estribaciones del río Palomino, entre el mar y los picos de la Sierra Nevada, el hotel ONE Santuario fue reconocido como un área OMEC (Otras Medidas Efectivas de Conservación Basadas en Áreas), una figura de reconocimiento internacional respaldada por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA-WCMC) y gestionada en Colombia por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible. 

El reconocimiento no es menor: ser OMEC implica demostrar que la conservación no es solo una fachada o un discurso verde, sino una acción concreta y medible. En el caso de ONE Santuario, de las 80 hectáreas que componen la reserva, únicamente dos o tres están destinadas al turismo. El resto del terreno permanece en regeneración natural, permitiendo la restauración del bosque húmedo tropical y la protección de especies endémicas como el colibrí de Santa Marta, el tororoi de Santa Marta, el mono aullador rojo y el perezoso de tres dedos, entre otras. Estas especies encuentran refugio en este corredor biológico estratégico. 

"Lo que significa ser OMEC es que no somos solo un hotel ecológico por mercadeo. Esta acreditación internacional valida que hay una gestión territorial real, con resultados tangibles en conservación", explica Allan Kassin, fundador del proyecto. 

ONE Santuario también hace parte de RESNATUR, una red de reservas privadas en Colombia, y está registrado como Área de Importancia para la Conservación de Aves (AICA). El hotel protege zonas clave para los rituales de anidación y apareamiento de aves. 

Una historia de raíces, convicción y conexión con la tierra 

El origen de ONE Santuario está marcado por cimientos profundos. Allan, su fundador, creció entre Santa Marta y la Sierra Nevada, herencia de su abuelo que migró desde Polonia en los años treinta y dejó en la familia un fuerte vínculo con esta región del Caribe colombiano. “Mis raíces familiares están en esta área. Toda mi infancia estuve muy conectado con esta tierra y, hacia el 2013, encontramos la oportunidad de venir a Palomino y poder hacer una empresa hermosa en las cercanías del río”, recuerda Allan. 

Desde entonces, junto a su esposa Leyla, han dedicado su vida a crear un espacio que, más allá de recibir huéspedes, busca inspirar y transformar a quienes lo visitan. “Realmente ha sido la mejor decisión que he tomado: salir de las caóticas urbes para vivir alineado con la naturaleza. Lo que buscamos es ayudar a cambiar vidas y a conectar a la gente con la naturaleza. Cada peso que le inviertas a la tierra se te va a devolver exponencialmente, porque esa es la bondad de trabajar con la naturaleza. Entre más seamos, más espacio vamos a poder conservar y vamos a estar viviendo en un mundo muchísimo más noble”. 

Un modelo diferente, una experiencia profunda 

ONE Santuario apuesta por un turismo con propósito. Aquí, el descanso no es un lujo superficial, sino una reconexión con la tierra y la espiritualidad. La experiencia de los huéspedes incluye rituales ancestrales como el temazcal (ceremonias de calor y frío), un spa natural con productos elaborados en su propio laboratorio de cosmética vegetal, y una huerta orgánica que abastece tanto al hotel como a parte de la comunidad de Palomino. 

"Los viajeros de hoy no buscan solo una habitación bonita con vistas al mar. Buscan sanar, inspirarse y saber que están pisando un territorio cuidado con amor y coherencia", afirma Allan. "Ese es nuestro diferencial: ofrecer una experiencia transformadora, coherente con lo que somos y con lo que protegemos". 

Los retos del territorio y el apoyo de ProColombia 

A pesar de sus logros, el camino no ha sido fácil. Allan señala varios desafíos estructurales: la precariedad del servicio eléctrico en la región y la falta de personal bilingüe capacitado. En este sentido, el apoyo de ProColombia ha sido clave con iniciativas como fam trips, entre otros, para abrir puertas en el mercado internacional. “Estamos iniciando un trabajo conjunto que nos ha permitido entrar en ferias, conectarnos con compradores y proyectar nuestra propuesta de turismo de naturaleza hacia nuevos mercados”, explica. 

“En ProColombia le estamos apostando a las regiones que han hecho del turismo de naturaleza una herramienta de desarrollo sostenible. Estamos ayudando a visibilizar estos territorios en el escenario internacional y le mostramos al mundo el potencial que tiene Colombia para ofrecer experiencias auténticas, responsables y conectadas con la biodiversidad”, afirmó Carmen Caballero, presidenta de ProColombia. 

Colombia, el País de la Belleza, guarda en su geografía un potencial inagotable para quienes buscan algo más que un destino: buscan un sentido. ONE Santuario es reflejo de esa promesa, una muestra viva de cómo el encuentro entre la naturaleza y la visión humana puede transformar paisajes y corazones. En Colombia, cada rincón protegido es una oportunidad para descubrir que la belleza no solo se contempla: se vive, se protege y se comparte. 

Image
logo de procolombia, CIT
Image
Logo procolombia
Image
colombia es pais
Image
min-c-i