El Chocó , en el Pací fico colombiano es un lugar con una amplia oferta para el turista que busca un destino no convencional. Se trata de un inmenso tapete verde tramado de selva tropical, con una pluviometrí a excepcional, de las mayores del planeta, y una humedad relativa que permanentemente llena la atmó sfera.
La regió n está bañ ada por muchos rí os, uno de ellos de gran longitud y enorme caudal, el Atrato, que desemboca en el mar Caribe por el Golfo de Urabá . El á rea no se encuentra densamente poblada y la mayorí a de los habitantes viven en pequeñ os conglomerados. Un gran porcentaje de la població n es afrodescendiente, razó n por la que su mú sica siempre tiene la resonancia de los tambores.
Para llegar allí , el viajero cuenta con frecuencias diarias a Medellí n y dos aerolí neas prestan sus servicios facilitando así el acceso a travé s del aeropuerto José Marí a Cordova en el municipio de Rionegro, a 25 minutos de la capital antioqueñ a.
Cuatro periodistas alemanes, especializados en turismo, cultura y ciencia, estuvieron en dí as pasados en Chocó , por invitació n de PROCOLOMBIA, para que conocieran el potencial turí stico de la regió n.
Alemania es el segundo paí s europeo que má s viajeros emite hacia Colombia. En 2010 nos visitaron 29.547 y en hasta agosto de 2011 la cifra llegó a 27.455, segú n reportó el Ministerio Comercio, Industria y Turismo, basado en cifras del DAS.
La experiencia del apareramiento de ballenas
Las actividades que se le ofrecen al turista internacional está n relacionadas directamente con la geografí a del lugar, convirtié ndolo en un destino que encuentra en el producto naturaleza su mejor caracterí stica en té rminos de oferta turí stica.
Hospedajes como El Almejal, el Parque Nacional Utrí a y su proyecto Mano Cambiada, junto a El Cantil, constituyen los tres lugares con los mejores servicios y la má s completa oferta de actividades para el visitante. Una noche con las tres comidas incluidas tiene un valor promedio de 150.000 pesos con el transporte desde el aeropuerto al hotel y viceversa, ya sea en Bahí a Solano o en Nuquí . Cada una de las actividades se cobran por separado.
En esta regió n del paí s se puede practicar el buceo, el kayaking, las caminatas en la selva con guí as especializados quienes ofrecen un completo panorama de la fauna y flora del lugar, visitar los manglares, practicar surfing, el avistamiento de aves y el que constituye uno de sus mayores atractivos la observació n de ballenas quienes migran al Pací fico colombiano cada añ o entre julio y las primeras dos semanas de noviembre.
" Este tipo de destino es muy apetecido en Europa, por eso es importante que la gente empiece a darse cuenta que existen lugares como este, me invitaron para que " probara" Colombia y su oferta turí stica, el Pací fico me gustó por ser un destino auté ntico y con mucho potencial, para mí va ser muy fá cil recomendarlo porque cuenta con muy buenos servicios" , aseguró Katharine Teustch periodista del Frankfurter Allgemeine Zeitung.
En el recorrido en bote desde Bahí a Solano a los lí mites del Parque Nacional Utrí a nos encontramos con el primer grupo de ballenas. A 500 metros de la embarcació n pudimos observar que eran má s de cuatro y segú n nuestro guí a, en esa oportunidad, no habí a ballenatos entre ellas.
Fuimos afortunados al presenciar uno de los mejores avistamientos de la temporada. Cuando esta especie se encuentra en etapa de cortejo, cuatro o cinco machos siguen a una o dos hembras. Para ganarse la atenció n los machos saltan, giran, muestran sus colas, emergen a la superficie constantemente hasta que la hembra decide con quien quedarse.
Ocho mil kiló metros para conservarse
La especie Yubarta que vive la mayor parte del añ o en los mares frí os del sur del continente, migra al Pací fico colombiano todos los añ os para reproducirse y lograr el nacimiento de sus crí as en aguas má s cá lidas, un viaje de 8.000 kiló metros que permite la conservació n de su especie.
Nos acercamos al conjunto de ballenas y comenzamos a seguirlo muy cuidadosamente a no menos de 200 metros, distancia lí mite para la observació n. El bió logo que nos acompañ a nos confirma que presenciamos un cortejo, de otra forma no se explica el grupo es tan numeroso y la ausencia de ballenatos.
Diez minutos má s tarde nos encontramos con otro grupo de tres machos que siguen a lado y lado a una hembra que aú n no se decide. Se sabe que el cortejo se acaba cuando el grupo se divide y cada ballena se va por su propio camino.
Las ballenas Yubartas o má s conocidas como jorobadas logran medir hasta 18 metros de largo y nadan en todos los mares del mundo, sin embargo la calidad del agua, su profundidad y temperatura, así como las caracterí sticas del viento y el ambiente, inciden en su presencia anual en el Pací fico colombiano. Calculan los bió logos que al paí s vienen unas 1.200 ballenas cada añ o.
En un punto nos vimos rodeados de un grupo de nueve ballenas, por má s que el capitá n del bote quiso alejarse fue imposible movernos. Alcanzamos a estar a tan solo tres metros de ellas, cuatro pasaron debajo de nosotros y la claridad del agua nos permitió ver como unas de ellas daban vueltas justo abajo de la embarcació n.
El Chocó es un destino imperdible en el Pací fico colombiano, cuenta con hoteles que prestan servicios completos, excelente atenció n y buena calidad. La gastronomí a se basa en el pescado, el coco y el plá tano, se destacan el pargo, el bravo y la albacora de la familia del atú n. Un lugar diseñ ado para los que buscan playas con pocos turistas, naturaleza y buenos precios.