‘Tejer lo imposible’: ejemplo de diversidad, sostenibilidad e inclusión

Laura Laurens es una mujer apasionada. Si bien el talento y la creatividad le brotan por los poros, sus ojos toman un brillo especial cuando habla de sostenibilidad y de su trabajo comunitario.

Ella es la fundadora y directora creativa de ‘Tejer lo imposible’, una marca que nació en el 2014 haciendo un proceso que denomina “reinterpretación textil”, bajo la idea de que las telas que ella llama “telas del conflicto” son las mismas telas, sin importar al bando que pertenezcan.

Hace seis años ‘Tejer lo imposible’ decidió sumar esfuerzos con la comunidad transgénero del grupo indígena Embera – Chamí, ubicado en la región Andina.

De esta articulación resultó ‘Millones de maneras’, iniciativa creada bajo principios de impacto comercial, sostenibilidad ambiental y sostenibilidad social.

Con este proyecto, que nació en el 2018, las indígenas ya han llegado a desfiles en los más prestigiosos escenarios de la moda a nivel mundial, como Milán, París, Londres, Washington, Ottawa, entre muchos otros.

Laurens es consciente del potencial de la moda y le otorga un valor especial al entorno y su papel en el diseño.

“Como diseñadores no solo diseñamos ropa, sino también los entornos. Esto afecta la parte física, material, la escogencia de los materiales, es decir el qué. Pero también el cómo lo producimos, qué iniciativas apoyamos y el impacto social que puede tener una plataforma como la moda, que tiene tanta visibilidad”, señala.

Indica, además, que es fundamental aprovechar esa plataforma natural de la moda, para visibilizar emprendimientos locales, incluir a grupos históricamente excluidos de la sociedad y usar a esta industria como un factor de unión.

“Es clave incluir dentro de la conversación a los diferentes grupos que han sido de cierta manera marginados, ya sea por desplazamiento, por violencia, por etnicidad, por género”, considera.

Así mismo, destaca a la moda como un factor de unión en un país que históricamente ha estado dividido.

“Estamos poniendo en la mesa a todos, para que entre todos “tejamos”. Es “Tejer lo imposible” en un país que ha sido tan fragmentado por la violencia, que está totalmente estigmatizado (…) pero llegó la hora de ver cómo, entre todos, tenemos esos diálogos imposibles a través del tejido literal y del tejido social, como grandes unificadores de este país tan golpeado por la polarización política”.

Bajo estos conceptos, su compañía ha exportado a destinos tan diversos como Catar, China, Estados Unidos, Francia, Italia, Países Bajos, entre otros.

Ahora, a nivel latinoamericano, le están apuntando a Argentina, México, Perú y Panamá.

“Podemos seguir exportando a Europa, pero qué interesante podernos unir como continente, como latinoamericanos”, explica.

Comprometidas con la vida y el medio ambiente

Como es natural, para Laurens la sostenibilidad también pasa por lo ambiental.

Por eso, desde los mismos comienzos de la compañía, han hecho del reciclaje y la reutilización un atributo de su firma.

“Ambientalmente, creemos en el reciclaje, en el suprarreciclaje, en el manejo adecuado de los desperdicios, del agua, de los tintes naturales. Apoyamos iniciativas de las comunidades indígenas que buscan minimizar el daño que se le hace a la tierra, para ser más amigables con el planeta”, puntualiza.

‘Tejer lo imposible’, firma que genera más de 20 empleos entre directos e indirectos, hoy es una marca referente de la moda colombiana. Actualmente alrededor del 40 por ciento de sus ventas totales corresponden a exportaciones.

Laurens tiene un discurso claro, coherente y creíble.

“El producto no se termina cuando se hace, sino también con el consumidor, cómo se puede reutilizar en todo el sentido de la palabra, para que lo que le quitemos a la tierra, de cierta manera lo podamos devolver”, sostiene.