Potencial de crecimiento para caficultores está en las exportaciones
Cada vez son más los mercados que ofrecen oportunidades de expansión internacional para la industria colombiana del café, pues son destinos en donde la compra y el consumo de la popular bebida va en aumento.
Así lo concluyó un análisis de PROCOLOMBIA. “El potencial está principalmente en Asia y Europa del Este. Se habla incluso de una cultura emergente del café en países como China y Rusia”, aseguró María Claudia Lacouture, presidenta de PROCOLOMBIA, quien explicó que son 22 los mercados ya consolidados, 18 en crecimiento y otros que ofrecen oportunidades.
Emiratos Árabes, Noruega, República Checa y Turquía son algunos de ellos. En Rusia, por ejemplo, de acuerdo con información estadística de Trademap aumentaron las importaciones de café en US$500 millones de 2006 a 2013, cuando totalizaron US$970 millones.
Ese año, el principal importador del mundo fue Estados Unidos con US$5.973 millones, seguido por Alemania, Francia, Italia y Japón.
“Conocer las tendencias es clave. Una importante es el consumo cada vez mayor fuera de casa. En China y la India la oficina ha sido para muchos el lugar en donde han tenido su primera experiencia consumiendo café”, explicó Lacouture.
En Turquía ocurre lo contrario, pues suelen comprarlo en tiendas para consumir en casa. De hecho, el 67% del café, es decir 278.000 sacos, es consumido en los hogares. Y aunque el té sigue siendo predominante, esta bebida es cada vez más popular entre la población joven.
Otra tendencia a tener en cuenta es que la estructura de consumo ha cambiado desplazando al café instantáneo por el tostado. Solo en Corea del Sur el consumo del instantáneo pasó del 95% en 2007 al 85% en 2014, principalmente por el incremento en la demanda del café tostado.
Allí, los ‘coffee shops’ también crecen: de 1.500 en 2006, hoy superan los 10.000.
La investigación de PROCOLOMBIA también encontró que el mercado de producción y comercialización de café gira en torno a lo natural y las raíces culturales y geográficas de cada tipo de producto.
De hecho, la tradición de un país cafetero es garantía de exclusividad de cada variedad, abriendo así la posibilidad de exportar cafés artesanales que ofrezcan calidad.